La depresión es un trastorno mental que puede afectar a personas de todas las edades, pero en el caso de los adultos mayores, esta condición puede ser especialmente preocupante. En Colombia, la Encuesta Nacional de Salud reportó que un 50% de personas mayores de 60 años han presentado cuadros depresivos. A menudo se subestima o pasa desapercibida, lo que puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de quienes la padecen. En este blog, exploraremos por qué la depresión en las personas mayores debe considerarse un signo de alarma y por qué es crucial abordarla de manera adecuada.
El estigma en torno a la depresión en personas mayores
Uno de los principales desafíos en la detección y tratamiento de la depresión en personas mayores es el estigma que rodea a la salud mental en esta población. A menudo, se espera que los adultos mayores sean "fuertes" o "resilientes", lo que puede llevar a ocultar sus síntomas de depresión por temor al estigma social. Esto hace que la depresión sea más difícil de identificar y abordar.
Impacto en la salud física
La depresión en las personas mayores no solo afecta su bienestar emocional, sino que también puede tener un impacto significativo en su salud física. Las personas mayores con depresión tienen un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Además, la depresión puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que sean más susceptibles a infecciones y otras enfermedades.
Aumento del riesgo de suicidio
La depresión en personas mayores está asociada con un mayor riesgo de suicidio. Los adultos mayores tienen una tasa de suicidio más alta que otros grupos de edad, y la depresión es un factor de riesgo importante. Es fundamental prestar atención a las señales de advertencia, como expresiones de desesperanza o el retiro social, y buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
Reducción de la calidad de vida
La depresión puede socavar la calidad de vida de las personas mayores de diversas maneras. Puede llevar a la pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban, la disminución de la energía y la motivación, y dificultades para mantener relaciones sociales. Esto puede resultar en un aislamiento social que agrava aún más la depresión y la sensación de soledad.
Tratamiento efectivo disponible
Una razón importante por la que la depresión en personas mayores debe ser un signo de alarma es que existen tratamientos efectivos disponibles. La terapia psicológica, la medicación y otras intervenciones pueden ayudar a aliviar los síntomas de la depresión y mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Cuanto antes se busque ayuda, mejor será la respuesta al tratamiento.
¿Cómo puedes identificar si un adulto mayor está presentando síntomas de depresión?
Analiza las conversaciones que tienes con el adulto mayor. Debes prestar atención si el adulto mayor te comunica que no siente ganas de hacer actividades que le gustan, verbaliza deseos de morir o frecuentemente presenta llanto.
Problemas con el sueño. Un síntoma evidente es la fatiga permanentemente, que lleva a la persona a dormir en exceso, o, al contrario, a padecer de insomnio.
Cambios en el apetito. Los excesos siempre son síntomas de que algo no está bien, tanto porque el adulto coma de más o, al contrario, consuma menos de los alimentos necesarios para llevar una dieta balanceada.
Alteración de la rutina. Cuando el adulto disminuye sus actividades en general sin razón aparente, tales como: bañarse, vestirse lindo, maquillarse, escuchar música, salir a pasear, entre otras hay que estar alerta.
La depresión en las personas mayores es un problema de salud mental que no debe pasarse por alto. Es un signo de alarma que requiere atención y tratamiento adecuados. Superar el estigma y promover la conciencia sobre la depresión en esta población es esencial para garantizar que los adultos mayores reciban el apoyo que necesitan para mejorar su bienestar emocional y físico. El enfoque en la detección temprana y el acceso a tratamientos efectivos pueden marcar la diferencia en la vida de las personas mayores que luchan contra la depresión.
