Antes de hablar de las limitaciones, es importante conocer qué es un deterioro cognitivo. La cognición es una facultad propia del ser vivo que le permite registrar e interpretar la información que recibe. El proceso de cognición implica el uso de habilidades mentales como la atención, la memoria, los sentimientos, el razonamiento, la capacidad para resolver problemas, la toma de decisiones y finalmente, el aprendizaje. De esta manera, estas habilidades y capacidades van mermando hasta llegar incluso a límites muy bajos, esto es lo que conocemos como deterioro cognitivo.
Un diagnóstico de deterioro cognitivo sea leve, moderado o grave, es considerado como un periodo en el que la persona experimenta numerosos cambios; entre ellos está los procesos de socialización y empieza a presentar limitaciones.
¿Qué es una limitación en una persona mayor?
Se refiere a todo aquello que le impide al ser humano seguir realizando sus actividades de manera independiente; aún más cuando existe un diagnóstico de deterioro cognitivo, se asocia con la pérdida constante de capacidades, que se originan en una pérdida de las habilidades funcionales para el desarrollo de actividades de la vida diaria; la persona, los roles y las tareas definidas socialmente se ven afectadas y el nivel de socialización del adulto mayor tiende a disminuir (Ocampo, 2004). Esto quiere decir que dependiendo de la limitación sea motora o cognitiva, tiende aumentar las necesidades de cuidado en sus actividades básicas e instrumentales.
La importancia de la interacción social
Se convierte en un factor de protección para la salud, teniendo en cuenta que ello implica vínculos estrechos con otros y un nivel de actividad constante. Además, genera el involucramiento en grupos sociales, permitiendo que el adulto mayor distribuya equilibradamente su tiempo y contribuyendo así a mejorar su calidad de vida. La socialización en esta etapa permite estar en contacto con otros y desarrollar potencialidades a partir del mismo; igualmente, genera acciones que son necesarias para mejorar la calidad de vida (Zapata, 2001). De esta manera se resalta la importancia de la existencia de los sistemas de apoyo social, familiar y de la salud (Ocampo, 2004).
Por este motivo, los efectos de la socialización contribuyen a reducir el riesgo de presentar un deterioro cognitivo asociado a la edad. Ser una persona socialmente activa reduce el riesgo de presentar un deterioro cognitivo asociado a la edad y protege frente al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como puede ser el Alzheimer.
Cuando se presentan alteraciones a nivel cognitivo, el proceso de socialización va a cambiar según el tipo de alteración que se presente, en diversas ocasiones cuando la persona mayor identifica tener dificultades para expresarse , recordar o realizar actividades tiende al aislamiento para que otros no noten la dificultad latente, por otro lado cuando la alteración se da a nivel de lenguaje, puede presentar dificultad en la comprensión o expresión por lo cual personas pares cambian la manera de relacionarse, existen diferentes causas y motivos por los cuales cambia las relaciones interpersonales en la presencia de deterioro cognitivo, lo importante es siempre manejar un trato respetuoso, apoyar con profesionales en el campo que se presente la alteración y mantener a la persona mayor en estimulación motora y cognitiva de manera constante.
Referencias
Duran, D., Orbegoz Valderrama, L. J., Uribe-Rodríguez, A. F., & Uribe Molina, J. M. (2008). Integración social y habilidades funcionales en adultos mayores. Universitas Psychologica, 7(1), 263-270.
Ocampo, R. (2004). Vejez y discapacidad: visión comparativa de la población adulta mayor rural. Valle Central de Costa Rica. Tesis de maestría no publicada, Universidad de Costa Rica, Costa Rica.
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